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sábado, 21 de febrero de 2009

El que no nada se ahoga


Escuché las canciones que tú escuchabas. Tú escuchaste las mías. Cantábamos juntos las mismas canciones y teníamos más de un par que nos asignábamos como nuestras. Tardes escuchando discos de La Casa Azul y de The Distillers, largos silencios. Miradas, abrazos y besos que lo expresan casi todo. Éramos uno. Fúndete conmigo en este inmenso mundo en el que somos dos gotas de lluvia recorriendo vida.
Gente formando un ambiente. Todos me miran, nadie se acerca a conocerme. Me pongo el abrigo de paño largo y desgastado, me maquillo y salgo. Me pongo los auriculares y con las manos en los bolsillos. Voy mirando a todo el mundo, gente que se ríe, gente que se pelea, coches, edificios, unos llegan tarde, otros tienen reuniones de trabajo, adolescentes con el objetivo de conocer a otros, gente de compras, gente sin hogar, parejas paseando de la mano... Todos me miran cuando me los cruzo. Sólo escucho la música y me dedico a observar. Agacho la cabeza y voy mirando al suelo, sonrío y suelto alguna que otra carcajada. Me miran extrañados. Voy pensando y recordando, me estoy desahogando.
¿Debo ser racional o seguir a mi corazón? "I’d love to" que todo saliera bien, sin dolorosas discusiones, opiniones, insultos, malos pensamientos, malas impresiones, malas pasadas, roturas y demás. Las cosas mejoraran. Era un discurso tan aburrido que me dormí. A propósito. Esto no tiene nada que ver con aquello. ¿Qué hacemos?
Me alegra que ganaras. Siento que perdieras. Doloroso. Pienso y suspiro, un suspiro largo y sonoro. Me temo que vaya a llover. Dile lo que quieras. Retrato. Egocentrismo puro y duro. Propio interés, egoísmo. Debería haber un sitio para no volver jamás.

viernes, 6 de febrero de 2009


No estaba preparada. No quería estarlo. Quería que me saliera espontáneo sin que los nervios me comieran.
Qué benévola situación no entender lo que dicen. Esos gestos, esas palabras, esas miradas, esos pequeños detalles. Todo importa, todo está relacionado con todo y la vida es una cadena en la que damos vueltas en una rotonda que no tiene otras carreteras. Puede ser que cuando me dicen algo me lo imagine; imagine más de lo que es y empiece a pensar cosas que no son porque me he imaginado algo más de lo que es. Escucho lo que mi mente dice, mi corazón no habla, seamos realistas. El corazón recibe órdenes del celebro para latir más rápido, para encogerse. También es verdad que la gran mayoría de personas no pueden controlar esos movimientos y esas órdenes. Yo puedo controlar algunos de mis sentimientos, mis nervios, menos los más fuertes. Pero hay algo que si que no puedo controlar, la adrenalina.
No quiero estar así. Quiero estar contigo. La gente se me hace nadie. Me falta el sueño y ando a rastras. Pasearé por un cielo sin estrellas. Y me pregunto una y otra vez, ¿porqué no apareciste antes? He estado perdiendo el tiempo y es lo que me da más rabia. No te vayas de mi lado. Te necesito tanto como el aire que respiro. La arena de la playa borra el silencio. Es una locura. Desprendo calor por ternura. Cuando la comisura de los labios se junten, eso que revolteará debajo de nuestras camisetas serán mariposas.
La rabia me come por dentro. La nostalgia y la sensibilidad me están comiendo la cabeza de mala manera. Puede que muchos/as nos sintamos así algunas veces, algunos días. Yo estoy en esas veces, en esos días. Estoy en esos días que te afecta todo para muy bien y para muy mal y por todo te pones a llorar, no hay punto intermedio en la mayoría de las cosas. Puede que nos volvamos más demagógicos por momentos, que seamos peores personas, cada vez con menos corazón. Cada vez con menos ganas de vivir. Relaciones sólidas con las personas, tengo muy pocas. Normal, no todos encajamos con todos y tampoco es que seamos buenas personas entre nosotros. No paramos de jodernos o de dejarnos en evidencia.
Y miro las cosas desde otro punto de vista. Cada día veo las cosas diferentes y no estoy de acuerdo nunca con mi opinión ni con mis pensamientos. No son buenos días ni temporales apetecibles. No es nieve ni lluvia, no es sol ni calor. Puntos inestables y ausencias constantes. Dejemos ya de jugar con los juguetes de los niños, son tonterías, "infantiladas". Y es cuando acabas diciendote: No más.