En común

A veces pensamos que lo inesperado es el mejor resultado que podríamos obtener. Cuando las cosas se tuercen y salen bien. El vivir la noche con locura y esperar el amanecer para asegurarnos de que comienza otro día. 

Mi mayor fuente de inspiración es el cielo. Mi inquietud por conocer a alguien con quien compartir mis pensamientos sin ningún tipo de remordimiento. Situación la cual saliendo de casa lo primero que haces es mirar el color del cielo, las nubes y el sol. Entonces piensas en alguien que coincidiría en ese momento con lo que tú dices. Alguien con quien chocar y decirle: Hoy el cielo está precioso.

Cajas de madera

Desde pequeña me han gustado los armarios. Creía que si me escondía dentro nadie podría encontrarme nunca. Que me protegía del mundo exterior. Que si yo no podía verme en la oscuridad, nadie podía.
Siempre me gustó esconderme y pensar. Jugar. Sola. Montar mi propia vida llena de ilusiones y sueños, de fantasías y miedos. Muchas veces se me pasó por la cabeza girarme y encontrarte. Aún espero el primer encuentro contigo. En un armario. Bailando a tu lado.

Estúpidos pensamientos

Estoy enamorada de mi misma. Ayer , cuando llegué a mi casa, no se me ocurrió otra cosa que poner el disco de Reload de Metallica en el equipo de música, subirle el volumen, y tumbarme en la cama mirando el 
techo -blanco- y sin pensarlo me puse a pensar en el mismo orden que tengo seleccionado desde hace tiempo de cosas importantes de mi vida: Familia-Amigos, estudios, amor, yo. Dándome cuenta que me importo tanto que hasta me ignoro, siempre me dejo para el final. Como en las obras de teatro, en los musicales, en el cine, lo más importante está en el final. Pues si yo no fuera lo que más me importara, mal vamos. 

De hecho, estuve tanto rato mirando el techo que aparecieron cosas pequeñas moviéndose aquí y allá sin rumbo. Eran notas musicales. Cada nota musical compone un trozo de una canción. Yo necesitaba organizar mis notas musicales para que la canción de mi vida siguiera algún tipo de camino coherente, no fácil. Para que diera lugar al éxito deseado en cada persona: tener una vida llena de caprichos, ignorante y llena de cosas por conocer.

He estado encerrada en una caja en forma de corazón durante semanas. Nunca estuvimos hechos el uno para el otro, todo era una mentira tan profunda que realmente yo misma me la creí. Había llorado tanto durante toda mi vida que se habían agotado en el momento menos oportuno. Al amanecer, el sol brillaba con más intensidad y noté un ligero olor a lágrimas secas en la almohada. 

Intenciones reprimidas

Se me para el mundo cuando no puedo escribir las palabras más bonitas.

Nunca la cagué. Soy de esas personas indecisas que deciden las cosas estrictamente -o si o no- sin términos intermedios. Una no puede dudar si quiere a alguien, si está enamorada o si quiere estar con él.

Nunca ilusioné. Soy de las pocas personas que les duele hacer daño a los demás porque yo misma he estado en sus puestos y lo pasé fatal, creía que nunca saldría de ahí.
Tengo ganas de decirles a todos que paren de quererse, que el amor no es para siempre, que duelen sus historias, que paren. El mundo se suicida. Soy persona a ratos, cuando me apetece serlo.
No quiero que me quieran, sólo que me abracen.

Recordando momentos que hacen que me sienta a tu lado. 

Tu voz. Un eco que retumba mis oídos. 

Tu manera de actuar. Como la resaca que dejan las olas en la mar.

Mi vida. El rodaje de una película. La mayoría de escenas planificadas, el resto son espontáneos que hacen la grabación más divertida. Lleno de detalles. 

Echo de menos los abrazos, los besos especiales y las sonrisas. Las bromas y su olor. Las burlas y sus manos. Vuelve. 

Nos rodeaba el mundo.
Un montón de luces entre noche y frío. Gente y vehículos acechaban nuestro espacio. Y yo cada vez entraba más en mí. Veía a través de él. Frente a frente escuchábamos el silencio de la ciudad.

Fotografías y algo más

Me encantaría hacerte fotos con el mismo lugar de fondo, cada día. En nuestro nido. Donde el cielo cambia de color y el sol no brilla de la misma manera. El agua no tiene el mismo tono ni el mismo movimiento. Los árboles y las piedras no tienen el mismo contraste. Los animales vienen y van. Lo único que no cambia, eres tú. Tan constante como sorprendente. Cada día algo nuevo. De esta manera nunca sabré si te conozco del todo, por eso estaré contigo siempre, para romper mi curiosidad.