Datos personales

martes, 26 de octubre de 2010



Un montón de sensaciones inútiles.
Cada mañana me pongo la misma canción a partir del mismo punto de partida y termina justo cuando llego a mi destino. Exactamente 7:27 minutos. Y me pregunto por qué motivo no pasa lo mismo con mis objetivos y metas de futuro. Siempre hablo de lo mismo, es cierto. Pero me preocupa y no dejo de darle vueltas. Ojalá supiera cuándo terminará algo y hasta qué punto voy a llegar. Así podría prevenir lo que va a pasar y el error que puedo cometer y, ante el miedo que pueda venir, enfrentarme con más tranquilidad y sin pillarme desprevenida. Se sostiene la teoría de que el ser humano aprende mediante la repetición. Pero mis repeticiones no se dan como vencidas porque por cada error, cada olvido. Recordar sólo lo bueno hace que en un futuro vuelvas a equivocarte. Está bien recordar buenos momentos, pero no se deben dejar pasar los peores porque podrían afectar al siguiente suceso.

lunes, 25 de octubre de 2010

Felicidad artificial


Mis ganas por crear un futuro mejor disminuyen poco a poco, día a día. No me arrepiento de mis pensamientos, de mis hechos, de mis lecciones, de mis engaños, de mis errores ni de todo lo demás que pudiera perjudicarme en algún momento. Pues sin ello no llegaría donde he llegado ni sería lo que soy. Hoy por hoy, lucho por mí -¿por quién sino?-, por rodearme de gente que valga la pena. Por conseguir mi propósito y la vida que siempre he deseado tener -aunque me parezca imposible-. Todo lo que me rodea es mierda, por ahora. Las cosas cambian constantemente y muchas de mis ideas no son estables.
No todo se resume en medias naranjas y demás.

jueves, 14 de octubre de 2010

8 y Nosotros



Fue la máxima sonrisa que pude expresar.
La noche en que nos conocimos supe que me necesitabas. Pero fui tan tonta al creer que tenía algo de mi que te pertenecía...
Él sabe que le quiero. De mujer a querida, y de querida a no querida. Aún así lo sigo esperando cada noche, a la misma hora, dónde siempre. Como todos, te prometen el cielo mientras se masturban con tu cuerpo. Pero el sufrimiento no se va. Te va pisando a medida que pasa el tiempo. Te estás volviendo loca, me digo, me dicen. Sigo buscando nuevas ansiedades -cuerpos que se entregan-, pero no consigo olvidarle, sólo recordarlo.
Date una oportunidad, mujer, no te dejes vencer. Intentaré no creer que todo el que se me acerca se quiere acostar conmigo.
Vivir como soy, ser siempre consciente.
Mi corazón sólo me merece a mí. Es realmente difícil comenzar de cero en un mundo nuevo, pues nada de miedo se eleva en mis llorosos ojos de luto. El peor ciego no es el que no quiere ver, sino el que ve con los ojos de que no lo ha de querer.
Y siempre cabe la duda de ser un títere más. Maricones los que visten y desvisten cuerpos en su juego de muñecas.
Existen mejores personas, mira a tu alrededor, no están por todos lados ni está sólo en una sola persona.
Y recuerda, cuando te desnudes ante alguien, al corazón no se llega por entre las piernas. NO PUEDES OBLIGAR A NADIE QUE TE QUIERA.

domingo, 3 de octubre de 2010


Sigo pensando que ya no soy la misma, para bien o para mal, he cambiado.
Igual que los demás, pero diferente en mi. Como cuando buscaba mi camino sin pararme a pensar. Viviendo cada momento de pleno éxtasis y perfecta felicidad. Estudiando mi grado de locura hasta estallar, hiperactivamente sin poner los pies en el suelo en esta sociedad de cuerdos.
Puedo cambiar mi motivación a cada paso que doy, puedo cambiar hasta cuando quiero volver a errar. Cambie lo que cambie, pasará lo que tenga que pasar.
Intentando buscar a cada segundo la misma sintonía acústica que invadía mis mejores días. Evadiéndome cada vez más de mi mundo y, así, volviéndome un poco más social. Me dan igual los demás, siempre me han dado igual. Dicen que todo lo que hacemos y decimos es para ser aceptado por los demás. ¿Qué más me da ser aceptada por los demás si la persona que más me importa y a la que más quiero soy yo misma? No es ni por asomo puro egocentrismo. Seamos realistas. Pues quien realmente dé su vida por los demás asegurándose su muerte, no se quiere para nada ni quiere a los demás. Vivimos en una sociedad egoísta, irreal y demagoga. Dónde todos somos víctimas de ello, queriéndolo o sin quererlo. Como cuando te enamoras de un cabrón el cuál te lo está poniendo difícil para tener algún tipo de relación en vez de enamorarte de alguien que te lo pone fácil porque quiere tenerte en su vida y no perderte, no ser una más. Somos complicados hasta para esto. Y es incomprensible e inevitable.