Datos personales

lunes, 2 de abril de 2012

Llegaste y desordenaste mi vida, así sin más, como una excusa para apoderarte de mí. Me ciego al mundo y recae absolutamente todo sobre ti. No sé explicarme por qué, cuando decidí no pensar en el futuro, sólo me veo contigo. Ya me pasó una vez, pero no quise volver a pensarlo porqué parecía una locura creerme algo así de mí misma a tan temprana edad, con tantas cosas que vivir y, aunque no me hagan falta, tantas personas a las que conocer. Pero el miedo a fracasar en todo lo que me rodea hace que me aferre más a ti, en quién iba a apoyarme yo siendo tan débil y tan indecisa, quién iba a darme, sino, una visión exterior si no fuera la persona que -quizás- más me ame y quiera lo mejor para mí. Perderme en tus palabras y casi obligarme a dejarme llevar hace que, a la vez, me sienta libre. Entonces se me acumulan los besos y las palabras. Así que el tiempo se me hace pobre en estos meses de puro estrés cuando en lo único que quiero -y puedo- concentrarme eres tú. No tengo remordimientos por decir que eres la persona que más me ha hecho sentir en menos tiempo, la que más he amado a estas alturas. Algunos lo llamarán "ir deprisa", yo prefiero que no opinen y que dejen que demostremos que eso no es cierto. Porque si nadie -ni si quiera nosotros- comprende el motivo de nuestro sentimiento y se nos cataloga de raros e imposibles al ser tan distintos, ¿qué iban a saber ellos de hasta dónde podemos llegar si nadie pensaba que llegar hasta aquí iba a pasar? Nadie hubiera apostado por nosotros ni lo hará nunca. Me encantaría mostrarle al mundo lo maravilloso que eres, pero eres mío. Y no sabía que podía llegar hasta este punto de posesión y, quizás, tener algo de celos. Así que creo que mis palabras son suficientes para demostrar cómo eres; aunque la felicidad reflejada en mi rostro todos los días hace que las palabras se queden cortas. Nunca creí en el nunca ni en el siempre. Pero todos los días se me escapa ese pensamiento de que el amor puede ser eterno y de mi filosofía de vida, liberación que, por unos segundos, me ilusione y salga a la luz mi yo más sincero conmigo misma. No cambiaste des del primer día. Nada. Incluso cada día es mejor. Enamorarme de ti todos los días puede ser el motivo por el que no agarrarme a las sábanas todas las mañanas. 


No hay comentarios: