Datos personales

viernes, 17 de septiembre de 2010


Una reflexión entre otras...
Cuántas cargas he llevado para tan pocos años. Yo le quise, y a veces él también me quiso. Cómo no haber amado aquellos ojos fijos. Puedo pensar que no le tengo. Sentir que me ha perdido. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. Ya no le quiero, es cierto, pero cuánto le quise. Será de otra. Como antes de mis besos, su voz, su cuerpo claro y sus ojos infinitos. Lo que eres me distrae de lo que dices. Compartiré mi sonrisa con cada persona que se me ponga al frente. Parece que al más falso o a la más falsa, premio le van a dar. El tiempo cual rápido pasaba fuera de las paredes de la habitación en la que disfrutábamos parte del goce. Las ventanas chorreaban agua y empañadas de vaho. Mi brazo se estiraba largo y el puño se abría para tocar tu ansiosa piel. Nunca dí todo, por no decir que no dí nada. Porque no fui yo ni te traté como quise y como te merecieras si me hubieses amado. Te tengo cogido por "los huevos", porque si quiero joderte la vida sé cómo hacerlo. No pasa nada. Cada momento es cada vez más lento. Nadie sabe qué decirme para animarme. Puesto que es lo único que me propuse conseguir. Y haciendo lo que pienso perderé la razón. Mirarme bien. Con tantos palos encima debería aprender la lección. Pesa mucho la tristeza. Regalarme fuerza para afrontar la situación. Esto no es nada nuevo. Yo me llamo música. Durmiéndome en tu pecho y tú despertándome a besos. ¿Y si me estoy enamorando sin verlo y sin saberlo? Ojalá pudiera. Ni si quiera yo me sé mi vida. Podría vivir a meses. Cada mes una vida diferente, alguien diferente, que me rodeara gente diferente, tener a alguien diferente... No estaría mal divertirme para el poco tiempo de vida que me queda. Quién sabe cuándo moriré yo y cuándo morirás tú, y él, todos. Mientras tanto puedo disfrutar sin pensar en lo malo que pueda pasar. ¿Y por qué todos se fían de mí? ¿Acaso alguien sabe mis intenciones? Tendré fama de buena. Y de tan buena, tonta. ¿Buscar a alguien? No. Esperar a que llegue sólo. Tú ves en mis ojos que he dejado de llorar. Incluso ni siquiera he empezado a llorar. Porque no merece que caiga nada por él. Jugaré siempre con mis deseos. Mis oportunidades pasan rápido y soy lenta de reflejos, por lo que no las he cogido cuando me han rozado el costado. No sé cómo de mi vida se marchó. Algún día pensarás algo que marqué en ti, porque sé que cada día piensas en mí. Cometí errores, pero jamás fui infiel. Quizá quisiera volver a épocas anteriores. A veces te extraño, pues contigo aprendí a amar. Gracias, irónicamente, a aquellas personas que jodieron años de relación. Gracias, una vez más, a las que jodieron pero ayudaron sin querer. Sé que lo que yo he sentido por alguien, a otra también le puede pasar. Una lucha entre dos. Yo siempre ganaba al principio pero acabo perdiendo. No sé si por avaricia, por egoísmo o por ser fiel. Largos paseos por la playa pensando mientras la brisa marina acariciaba mi pelo, mientras los dedos de mis pies se mojaban con el agua sin querer. Porque tengo frío, y no hay nadie que me calme esta ansia y estos nervios. Quizá es cómo un héroe. Con valor lograré crecer. Aún tengo batallas por ganar luchando por cada página diaria de mi libro. Tengo fe en mi. Vivir es aprender. No hay nada que temer. Sólo con sueños sabré cómo vencer. Le daré la importancia que a mi me dé la gana. Mi alma entregaré a quién me muestre, en manos, la suya. Y todo mi cariño y amor depositaré en quién prometa cumplir, con ojos encandilados, compartir el libro conmigo. Pues feliz seré si en un castillo me casaré. Al atardecer, y el banquete sobre las diez. Luna llena reflejada en el mar presumirá. Estrellas desearán amor para cada uno de los invitados. Unas rosas lanzaré con truco para quien yo desee promesa de blanco. Olerá a sal. Pues dulces yo serviré. Y dulce yo seré. Sonrisas mostraré. Seré mejor de lo que soy. La caída fue desde muy alto, pues apenas me hice daño, ahora más fuerza me reclamo. Dijiste que te irías mientras tus labios se reían. Sólo me limité a decirte adiós. Las estrellas me dibujan amor cada noche, aunque alguna noche olvidan mi existencia. No me encuentran, no saben quién soy. Cuando yo crea oportuno terminar, terminaré. Pues todas las noches pienso y abrazo la almohada con fuerza antes de dormir. Lamento por si mi vida terminara al próximo amanecer. Temo perder. Pero hacia adelante yo iré. Crezco día a día y mi alma se alimenta de avaricia, ira, lujuria y egoísmo. Pues de todo eso tengo sed. Rómpeme las alas que me incitaron a volar, a tocar el cielo. No soy esclava de nadie. Pues si vuelo, sólo espero no volver a caer. Por eso tengo miedo de repetir el proceso otra vez. No necesito nada, necesito alguien. Y advierto que no os será fácil ganar esta partida. Pues dejaron pedazos de valor marcados, rotos y sin ordenar. No necesito ayuda.

PD: Texto de las navidades pasadas

No hay comentarios: